domingo, 7 de octubre de 2007

RECOMIENDO



LOS SUBTERRÁNEOS.

Encontramos en esta maravillosa obra una profundísima riqueza y exultancia de la tristeza y del amor humano; se narran en estas páginas grandes epopeyas, en las que el enfrentamiento de uno mismo con el acongojado pero mordaz fantasma que habita en nuestro interior, está presente desde la primera página del libro, hasta el final , en el que ese fantasma queda en gran parte diluido con el analgésico de la confesión literaria.
Kerouac, me has hecho amarte para siempre...y antes que a nadie debería brindarte que "el Gran Estropajo Universal de la Tristeza nos haya secado alguna que otra vez el jugo del corazón".
Desearía dedicar este libro a todos los supervivientes de este mal endémico: el amor.

"En otros tiempos yo era joven y me orientaba tanto más fácilmente y podía hablar con nerviosa inteligencia sobre cualquier cosa, con claridad y sin preámbulos tan literarios como éste; en otras palabras, ésta es la historia de un hombre que no se tiene mucha fe, y al mismo tiempo la historia de un inútil egomaníaco y bufón de nacimiento...Empezar por el principio y dejar que la verdad vaya surgiendo, eso es lo que voy a hacer. Todo empezó una cálida noche de verano, ¡ay!, ella estaba sentada sobre un guardabarros con Julien Alexander que es...Será mejor que empiece con la historia de los jóvenes subterráneos de San Francisco."


EN EL CAMINO.

En esta novela se cuenta la historia de dos de los grandes miembros emblemáticos de la "Generación Beat", cuya máxima: vive rápido, muere deprisa y deja un cadáver hermoso, está inseparablemente unida a cada una de las páginas de esta maravillosa obra. En este libro "de viajes" se nos habla de la inexplicable necesidad que se experimenta, del desasosiego que nunca se acaba, de la tragedia, y de la enseñanza oculta hallada al materializar el deseo de querer atrapar sin freno el sentido de la propia existencia, dejando a un lado el pesado yugo del tiempo, para convertirse, al menos durante unos años, en plena explosión de vida.

"Conocí a Dean poco después de que mi mujer y yo nos separásemos. Acababa de pasar una grave enfermedad de la que no me molestaré en hablar, exceptuando que tenía algo que ver con la casi insoportable separación y con mi sensación de que todo había muerto. Con la aparición de Dean Moriarty empezó la parte de mi vida que podría llamarse mi vida en la carretera".


LOS VAGABUNDOS DEL DHARMA.

Se narra en este maravilloso libro un viaje; esta vez, de fuera a dentro. De la naturaleza al alma, del deseo de querer hallar en cada una de las cosas existentes el milagro de la espiritualidad.

"Después di la vuelta y seguí sendero abajo de vuelta a este mundo".

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